Regurgitación en bebés

¿Sabes lo que es la regurgitación en bebés?, aquí te lo explicamos todo.

Como padre, puede ser duro ver que tu hijo experimente un malestar y no saber ni qué hacer, ni a qué es debido y, por consiguiente, no poder calmarle y solventar el problema acuciante que se te genera.

Una de las causas más comunes es la regurgitación, que se produce siempre después de comer.

Claro está, cuando un bebé vomita, es muy alarmante para los padres.

El motivo puede ser algo tan simple como una incomodidad estomacal o unos simples gases acumulados en la tripa del pequeño.

Sin embargo, si el bebé sigue vomitando y no gana peso, puede haber causas subyacentesmás graves, como el reflujo o la alergia a las proteínas de la leche, que requieren una presta atención médica.

Esta entrada del blog hablará de lo que es ésta condición y de lo que debes hacer, si tu bebé la experimenta.

bebé vomita después de comer

Las causas de la regurgitación

Nos ponemos manos a la obra: a darle de comer al peque (después de lloros incesantes hasta que le hemos metido la tetina o pezón en la boca)…

Y un poco después de alimentarlo, vemos que empieza a vomitar casi todo lo que ha tragado incansablemente durante un buen rato.

¿Cómo es posible, después de todo el esfuerzo?.

Vamos a verlo detenidamente para que no os asustéis y sepáis qué hacer exactamente al respecto.

Lo primero, deciros que es normal en los bebés sanos, a todos, en alguna ocasión les ocurrirá.

Comenzará ésta «triste andadura» desde el mismo nacimiento hasta los 3 meses de vida de vuestro retoño.

En ésta larga temporada, una vez comienzan a tragar la leche, el contenido casi completo de su pequeño estómago, el cual, volverá inexorablemente al esófago.

Por eso es conocido como reflujo gastroesofágico o reflujo ácido infantil.

Todos tenemos un músculo entre el esófago y el estómago (el esfínter esofágico).

Que es el que tiene como función el abrir el paso para dejar pasar la comida y cerrarlo para que no vuelva por donde entró.

Pero, como todo en los lactantes, no está del todo maduro y puede ser que «se le escape algo» y suba para arriba, o por un lado.

Lo habitual es que sea debido a que ha tomado demasiado alimento y, físicamente no le cabe tanta cantidad en el estómago, por lo que el «sobrante» tendrá que salir por algún lado.

Porque, es tanta la necesidad de comer del lactante, que todo lo que ingiera le parecerá poca cantidad.

Y los padres, viendo que sigue mamando, le seguirán suministrando el alimento hasta que decida parar.

Debido a que no saben exactamente cuánta cantidad de leche le cabe en su estómago.

diferencias entre vómitos y regurgitaciones

Diferencias entre vómitos y regurgitaciones

Si no conoces las diferencias, es fácil confundir entre vómitos y regurgitaciones en los bebés, te lo vamos a explicar a continuación.

En las regurgitaciones, el fenómeno aparece espontáneamente hacia fuera de la boca del pequeño.

Muchas veces tras una salida de gases, pero ni le molesta ni le duele.

Por el contrario, el vómito es distinto, dado que la expulsión del líquido no es igual que en la emesis (en cuanto veas uno y otro los sabrás diferenciar perfectamente, sin atisbo de duda).

Con el vómito hay una llantina seguro y con el arrojo nunca la escucharás, una de las principales distinciones.

Además, el vómito es la expulsión vigorosa de todo, o de gran parte del contenido estomacal, es fuerte en potencia y acto.

Y, en la regurgitación sale despacio, sin molestia alguna, casi sin ganas.

Si ves que tu bebé vomita varias veces, entonces sin dudarlo, llévalo al pediatra cuanto antes, para que lo valore.

evitar regurgitación bebés

¿Podemos evitar la regurgitación en bebés?

Sí, por supuesto o, por lo menos, minimizar el número de ellas, vamos a verlo.

Toma nota de lo que puedes hacer para evitar la regurgitación en el bebé:

  1. Nunca le tumbes si no ha expulsado bien todos los gases, aunque te cueste un par de intentos, y más tiempo invertido, siempre es preferible que los eche bien a que expulse lo comido.
    Además, dormirá mejor, no se despertará, y no habrá sustos ni disgustos, ¡todo son ventajas!.
  2. Evitar darle de comer tumbado: Ya sea del pecho o del biberón, siempre que esté sentado, así favorecerás el que tome la cantidad adecuada, ni más, ni menos.
    Mantener esta posición una media hora le ayudará a que comience a digerirlo y evitaremos las regurgitaciones incómodas en el bebé.
  3. Evitar todo lo posible jugar después de comer, que se excite, no moverle o zarandearle.
    Todo movimiento, por lento que sea, hace que su contenido estomacal se mueva mucho, le produzca burbujas de aire y haga que ocupe más espacio del que, naturalmente, lo haría.
    métodos para no regurgitar bebéDarle de comer lo justo, no intentar darle más de lo necesario porque lo echará seguro.
    En ocasiones, es preferible dárselo en dos veces, que una gran toma única.
  4. Sacarle bien los gases te asegura pocos problemas: Aunque requiera más tiempo, los gases estomacales no le benefician, sino todo lo contrario.
    Si tienes la paciencia de sacárselos todos y bien, es difícil que regurgite una vez haya terminado de comer.
  5. Acuéstale cabeza arriba: Después de un rato que haya comido (nunca nada más terminar de sacarle los aires), es momento de echarle a dormir. Pero siempre cabeza arriba para eludir que regurgite la leche. Y también sirve para evitar la muerte súbita del lactante.
  6. En ocasiones la alimentación materna (en el caso que le des el pecho) puede afectar a la alimentación al bebé. Porque no digiera bien lo que tú comes, problemas con lácteos o intolerancias varias. Consulta en la próxima visita al pediatra, si te ocurre.
  7. Darle de comer en un ambiente tranquilo, sosegado, sin presión ni prisas es ideal para fomentar una buena alimentación.
  8. No hay que esperar demasiado a la hora de dar de comer al bebé: Está comprobado que si el bebé está desesperado por comer, comerá con mucha ansiedad, tragará más aire y él mismo se provocará las regurgitaciones.

bebé vomita comida

¿Cuándo regurgitar puede llegar a ser un problema?

Ya hemos visto que el proceso de regurgitar en bebés es algo normal y que, al deberse a un problema de inmadurez infantil, el cual acabará pasando sin más.

Pero, ¿qué pasa cuando va más allá y acaba siendo un problema?.

Vamos a ver los motivos por los que deberías acudir al pediatra si notas en tu bebé algo de todo ésto:

  1. Hace menos pis que antes: Lo notarás porque al cabo del día habrás gastado muchos menos pañales que habitualmente.
  2. Vomita con mucha fuerza y casi en cualquier momento: Y no lo hace no necesariamente después de comer, o de echarle los gases fuera.
  3. Tiene sangre en las cacas o de un color muy muy oscuro, y se ve sangre.
  4. Vemos que vomita un líquido muy amarillento o verdoso: Puede indicar algún tipo de fallo interno. Acudir rápidamente a un profesional de urgencias, un hospital o clínica neonatal.
  5. Rehúsa la comida continuamente: Es raro que un bebé no quiera comer. Pero, en ciertas ocasiones, si está malito, no querrá alimentarse. Llevarle a que le hagan un chequeo al hospital es lo conveniente en ésta ocasión.
  6. Notamos que no respira tranquilamente, le cuesta inspirar mucho y es algo forzado.
  7. Le notamos irritable, molesto, llora por cualquier cosa, no quiere nada y está muy raro. Y él no es así.

En cualquier caso, vosotros como padres sabéis si el bebé está enfermo o no, y deberéis actuar en consecuencia (acudir al médico cuanto antes mejor, o a las urgencias pediátricas).

Ahora que ya habéis visto que la regurgitación en bebés es algo por lo que todos (o la mayoría) van a pasar…

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