El cuidado de los dientes de los niños

¿Por qué hay que cuidar los dientes de los niños?.

La respuesta lógica es que los problemas dentales en los chiquillos pueden ser muy dolorosos y perjudiciales para su salud, no sólo bucal sino global.

Sin duda, lo primordial es que siempre estén limpios y libres de bacterias (en la medida de lo posible).

Una correcta nutrición y un estado de salud excelente nos asegurarán una alta durabilidad de nuestros molares.

Una enfermedad llamada gingivitis, que es una forma de enfermedad de las encías, la cual puede causarnos un mal aliento y el continuo sangrado de las mismas.

Esta enfermedad debe tratarse rápidamente antes de que se agrave, por lo que lo más recomendable es acudir a nuestro dentista en cuanto notemos alguno de los síntomas anteriores.

A consecuencia de ello, llegue a provocar la pérdida de piezas dentales u otros problemas de salud bucodental asociados (como por ejemplo, graves complicaciones cardíacas).

También hablaremos de la importancia de cepillar la lengua con un enjuague bucal antimicrobiano para lograr una perfecta higiene bucal general diaria.

¿Cómo mantener siempre los dientes sanos?

Los dientes de los niños son diferentes a los de los adultos, y deben ser tratados como tales desde el principio.

Por supuesto, hay que cepillarlos con regularidad (3 veces al día, después de comer) y cuidarlos con esmero para prevenir la formación de las caries.

Así como prestar atención a la hora de comprar su pasta de dientes, la cual debe ser la apropiada para su edad.

En comercios, parafarmacias y centros comerciales, encontraréis un amplio surtido de tubos de pasta, desde múltiples colores a distintos sabores.

No uséis la que no les corresponda a su edad, pues será perjudicial para ellos a corto y largo plazo.

Acostumbrarles a lavarse la boca a diario

Todo ello está enfocado a que comiencen a adquirir buenos hábitos de profilaxis bucodental.

Para les parezca sumamente agradable el sabor de la pasta dentífrica y se acostumbren a hacerlo a diario con gusto.

Pero de nada servirá decírselo a los más pequeños de la casa si nosotros no ejemplificamos.

Habrá también que explicarles la importancia de la higiene dental, que a los dientes le salen caries si no lo hacemos con asiduidad.

Les expondremos que duelen mucho, muchísimo, que son muy feas las caries y lo bonitos que son los dientes sanos y fuertes, sobre todo con el cuidado que les vamos a proporcionar lo conseguiremos sun esfuerzo.

Que es muy divertido lavarse la boca y que estamos esperando todo el día el momento de poder disfrutar de nuestra pulcritud bucal.

¿Cómo enseñar a lavarse los dientes los pequeños

Para enseñar alos más pequeños a lavarse correctamente los dientes y muelas…

Lo mejor es tomarnos un tiempo, empezando a hacerlo los adultos delante de ellos como muestra.

Y, acto seguido, explicarles cómo debemos lavarnos la boca a diario, paso a paso:

Que éste, es su cepillo dental, que sólo es para él, no debe compartirlo y siempre lavarlo bien después de su uso.
Le enseñaremos su pasta de dientes y le enseñaremos cómo abrirla y cerrarla debidamente (lo cual es súper ameno), tanto de lo mismo, la pasta es solamente suya (salvo que tenga hermanos de la misma edad, mellizos, por ejemplo).
Cómo hay que mojar el cepillo en agua limpia en un vaso preferentemente, antes de aplicar un poco de pasta encima (y mostrarles la cantidad adecuada).
Por ejemplo, la forma de cepillarse los dientes correctamente, la forma, presión, rotación, orden a llevar y la velocidad a la que debe moverse la mano...
Que sea de arriba abajo y viceversa.
Mientras deberá realizarlo tanto con los dientes como con las muelas, prestando especial atención a las traseras, de más difícil acceso y, por consiguiente, las más propensas a tener caries.
Así como también hay que realizarlo en las encías, que son sumamente importantes, pero aquí la presión debe ser mucho menor y siempre de arriba hacia abajo, nunca de lado a lado.
Que hay que hacerlo rutinariamente siempre después de desayunar, de comer y de cenar.
Comprobarán lo fresquita y limpia que se te queda la boca y la dentadura, tras aplicar la limpieza buco-dental.
Así notarán la limpieza y lo preferirán así, a tener la boca con restos de comida o con sarro.
Importante explicarles también que hay distintos tipos de cepillos, de diferentes durezas para distintos tipos de dientes.
Contaremos seguidamente a los niños que los cepillos de dientes hay que cambiarlos o sustituirlos cada 3 meses, aunque no noten que están viejos, usados o desgastados, da igual.

Tras éstas breves explicaciones, comenzaremos los mayores a cepillarnos la boca y se lo haremos a ellos unas cuantas veces para que lo entiendan perfectamente y asimilen el contenido y la explicación visual.

El cómo hacerlo, el orden del lavado y el enjuagado posterior final son importantes tareas que deberemos realizar en varias ocasiones delante de ellos hasta que lo comprendan y puedan realizarlo bien ellos solitos.

Asimismo, deberemos mostrarles físicamente lo limpitos y bonitos que nos quedarán, una vez realizada la profiláctica bucal rutinaria y diaria.

Los peques, que aprenden sumamente rápido, lo agradecerán porque ya «son más mayores» y hacen las cosas de papá y mamá, junto a ellos.

Porque es divertido y fácil de ejecutar la tarea, nos gusta mucho y esperamos ansiosos que llegue el momento para compartir en familia ese precioso momento.

Y habremos conseguido el propósito de forma divertida y muy agradable para ellos.

¡Felicidades!

Consejos para cuidar los dientes de los niños

El cuidado de los dientes de tu hijo es una parte sustancial de su desarrollo y, como tal, deberemos educarles.

Y puede ayudarles a mantener una dentadura sana cuando se conviertan en adultos.

¿Sabías que las caries del biberón son más comunes que las caries en niños menores de tres años?.

Por ello, es sumamente importante lavarles bien la boca, incluso siendo bebés.

Para ello existen cepillos de dientes de silicona, para lavarles las encías y evitarles problemas futuros.

Cuidarse la boca es fácil y divertido

Además de un habitual lavado, es necesario que sigáis estos consejos, y así mantener la boca sana, que son:

Un control de la dieta infantil, que tenga muchos nutrientes y una ingesta pequeña de azúcar. Ya sabemos que hay muchos alimentos de por sí ya contienen azúcar y es complicado evitarlos. Pero revisar las etiquetas de su composición os facilitará la labor, porque siempre alternativas al azúcar: los hay que contienen edulcorantes naturales. Educarles que las chuches no son buenas y cambiarlo por piezas de fruta debería ser lo ideal (si nosotros somos los primeros que lo hacemos, ellos también lo repetirán). Por ejemplo, a miel es un edulcorante fantástico, natural, ayuda al organismo a funcionar a la perfección, la piel no agradecerá y su salud bucal mucho más.
Enseñarles que el uso de la seda dental les facilitará la labor de la profilaxis, y les evitará la acumulación de sarro y de los molestos restos de comida de los dientes.
Comprarles un enjuague bucal y ofrecérselo una vez por semana les viene genial (pero recordad, siempre adecuado a su edad actual). De la misma forma, remineralizar la boca con flúor (revisar la etiqueta antes de comprar, que sea siempre para niños). En cualquier caso, depende mucho de la zona donde viváis, la cantidad de flúor que contenga. Consultar al dentista es siempre la mejor opción antes de hacer nada o de que dudéis.
La limpieza de encías, lengua y paladar debe ser la norma habitual. No sólo la dentadura, también en la lengua conviven muchas bacterias, una vez al día está genial.
Visitar al dentista una vez al año es la norma, desde que son peques (3/4 años deberá ser la primera visita). Así se van acostumbrando a acudir y no les dará miedo volver más adelante.
Si el niño se queja de la boca, le notamos mal olor, algún diente o muela que sale mal, se muerden los carrillos al comer: es recomendable no dejarlo pasar, y acudir al odontólogo, a la mayor brevedad posible.
Así como una vez que cambien la dentadura decidua (se llama así, a la primera dentición infantil que aparece a partir de los 6 meses y les durará hasta los 6 años) por la nueva, controlar que salgan bien y todos (llevar un seguimiento) los dientes, es la norma.

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